Por Psicóloga Clínica Teresa de Jesús Avilés R.

A veces, cuando una persona se encuentra atrapada en una decisión importante —quedarse o irse, ceder o sostenerse, seguir en un vínculo o soltarlo— la vida empieza a sacudir todo alrededor. Como si el universo gritara lo que la intuición ya susurra.
Y no hablamos de superstición, sino de coincidencias que duelen, pero despiertan:
– Te roban el celular justo cuando ibas a escribirle.
– Te accidentas en el camino hacia ese encuentro que dudabas tener.
– El doctor que debía ayudarte se va y el reemplazo comete un error.
– Se pierde un papel clave. Nada sale como esperabas.
Todo parece salir mal. Todo parece empujarte hacia un lugar distinto del que tú querías.
¿Y si no es castigo? ¿Y si es mensaje?
¿Qué tal si, en lugar de ver estas desgracias como mala suerte, comenzamos a verlas como señales?
El universo no siempre habla con sutileza. Cuando ignoramos nuestra voz interior —la que sabe, la que presiente— la vida puede empezar a reflejar el desorden, el miedo o el conflicto interno que llevamos dentro.
Tres formas en que el universo puede enviarte señales:
1. A través del caos:
Cuando todo se complica, quizá no es el camino equivocado, pero sí es momento de parar. Lo que duele mucho no siempre es malo, pero sí puede estar mostrándote algo que necesitas revisar.
2. A través de las pérdidas:
Perder algo puede ser el inicio de una liberación. A veces te quitan lo que no te atrevías a soltar. La vida no te está quitando castigos: te está despejando el camino.
3. A través del cansancio:
Si te sientes drenada, confundida o como si todo te pesara… tal vez ya tomaste una decisión internamente, pero no te has permitido asumirla con claridad.
¿Qué hacer cuando todo sale mal?
– Pregúntate con sinceridad: ¿Estoy forzando algo que ya no quiere ser? ¿Estoy ignorando una verdad que duele pero libera?
– Escucha tu cuerpo, tus emociones. A veces el universo habla en forma de accidentes, retrasos, obstáculos, pero en realidad está diciendo: “Este no es tu lugar, esta no es tu ruta.”
No estás sola, estás siendo guiada.
No es castigo. No es karma. Es una llamada a despertar.
A veces, el caos llega justo antes de la claridad. Y esas pequeñas o grandes desgracias que te hacen frenar… pueden ser el universo susurrándote algo que aún no te atreves a aceptar.
Si deseas orientación psicológica o contenido sobre relaciones sanas, autoestima y salud emocional, puedes seguirme o escribirme. Estoy para acompañarte.
Psicóloga Clínica Teresa de Jesús Avilés R.
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